top of page

Andrés Mauricio Rojas Rojas (Bogotá,1983).

 

"Lo conocí cuando estábamos en el colegio. Ya desde entonces sentí gran aprecio por ese niño delgaducho que no hablaba con nadie, que presentaba sus trabajos fuera de tiempo y que nos maravillaba a todos cuando dibujaba, por lo que podíamos pasar mucho tiempo alrededor de su pupitre. Ese tipo de cosas y sobre todo su silencio, que siendo niños es como una virtud y una enfermedad, lo habían convertido en un compañero al que admiraba y respetaba secretamente. Para los profesores fué solo uno de esos alumnos fácilmente olvidables y frecuentemente confundibles. Por lo demás pasaba casi inadvertido entre los alegres jugadores de fútbol, los peleadores y los que tenían los mejores juguetes. Su único amigo tal vez fuí yo, quien fascinado con su soledad me iba a hacerle compañía y a pedirle que me dibujara animales, aviones, personajes de televisión o lo que fuera".

bottom of page